<p>Notas de lectura: <em>Imán</em>, de Ramón J. Sender</p>

Abstract

Los estudiosos están de acuerdo en la importancia que Imán, la primera novela de Ramón J. Sender, representa en el conjunto de su obra literaria. Ante todo, porque Imán, además de su conseguida y revulsiva condición de texto antibélico (especialmente en su época), anuncia también bastantes de los rasgos y las temáticas que, en la fecunda trayectoria creativa del de Chalamera, acabarán por ser claves y específicas del autor, pero también porque marca con claridad un acercamiento sesudo a la condición humana, un acuífero fértil y siempre crucial en la narrativa del autor, con gran asiento en vivencias personales que, sin duda, son también reflejo de su época y su gente. Además, en Imán se concentran muchos de los aspectos del futuro creativo senderiano, y entre todos ellos destaca el proceso de cosificación o de desnaturalización que sufre Viance, el protagonista de la novela, que, unido al fatalismo y al sinsentido de la vida, ofrece un retrato más que cabal del ser humano cuando este es abocado al extremo. Asimismo, tampoco debe olvidarse la importancia que en Imán tiene el uso del paisaje (o de la naturaleza en general) como acompañante vital en los estados de ánimo de los personajes creados por Sender.