De cronopaleografía íbera: el grupo arcaizante pirenaico
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Resumen
Siguiendo el método de la tipología cronopaleográfica, se prosiguen los estudios sobre los signarios íberos arcaizantes de la zona pirenaica gracias a la aparición de nuevas inscripciones en las que destaca la presencia de be-11, con lo que se logra una mucho mejor definición de las características paleográficas de este conjunto. Los datos apuntan a que fue una variante de la escritura íbera de finales del siglo III a. C. la que dio origen al grupo de variantes locales, que conservan formas de letras antiguas y que se utilizaron desde Lérida hasta Navarra. Es probable que fuera entonces cuando se introdujera el uso de la escritura en esa región, probablemente en relación con las necesidades administrativas de Indíbil. Según la información actual, parece que su sustitución por la escritura estándar ibérica tardía (iberorromana) no comenzó hasta finales del siglo II a. C., con el impulso de la urbanización romana, pero que las escrituras arcaicas se siguieron utilizando incluso en el siglo I, al menos en Huesca y posiblemente también en Navarra.