Intervención arquitectónica y urbanística en la iglesia y el convento de San Miguel de Huesca y su entorno (1980-1983)
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Resumen
Entre 1980 y 1983 el Ayuntamiento de Huesca llevó a cabo una serie de actuaciones de carácter arquitectónico en el conjunto monumental de la iglesia de San Miguel y el convento carmelita de la Encarnación, al que la citada iglesia pertenece desde el siglo XVII. El descubrimiento en el templo de la permanencia en toda su extensión de la originaria techumbre gótico-mudéjar de madera policromada conllevó un salto cualitativo y cuantitativo en la intervención: con el fin de posibilitar su restauración —y, de paso, recuperar el espacio arquitectónico original de la nave— se demolió la bóveda de cañizo y yeso que la mantenía en su mayoría oculta, así como el coro alto que había sido añadido en el siglo XVII. En parte como consecuencia de estas obras, principalmente por causa de determinados requerimientos funcionales de la vida conventual, per también de otros de tipo estético y arquitectónico, se reformaron y se rehabilitaron determinadas zonas del convento. Paralelamente a las actuaciones arquitectónicas, se remodeló el entorno inmediato del monasterio, lo que constituyó el germen de posteriores operaciones urbanísticas que se desarrollarían en los años venideros, consistentes en la rehabilitación de importantes elementos patrimoniales, como la muralla medieval de la ciudad, y dotacionales, como el espacio llamado a ser el nuevo parque de las riberas del río Isuela, que, al igual que el conjunto monacal, y a pesar de su gran potencial, se encontraban en aquel momento en un estado de notable degradación.