Lenguas románicas en Navarra y Aragón en la Edad Media
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Resumen
Debemos hablar de lenguas románicas tanto en un territorio como en otro, particularmente durante los siglos XI-XIV, período en el cual, junto a las variantes autóctonas del navarro y el aragonés, se documentan dos variantes occitanas llamadas por M. Molho "cispirenaico occitano aragonés y cispirenaico occitano navarro", resultado de las comunidades de origen occitano asentadas por un lado en Jaca y por otro en Pamplona, Estella, Puente la Reina y Sangüesa principalmente. A este conjunto románico habría que añadir el testimonio histórico y actual del catalán en la Franja aragonesa. Parece indudable que esas variantes occitanas medievales habladas y escritas fueron patrimonio de una élite económica y probablemente no popular. Su desaparición pudo deberse a la lenta e inexorable asimilación, tanto por parte aragonesa como navarra. En lo tocante a la scripta jurídico-literaria y administrativa, el romance aragonés fue más difundido y duradero en Aragón.